Made in Vermont: celebrando la tradición, utilizando la tecnología

Regner® Editorial Team

Aiguaviva -

19/12/2017

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Desde un taller ubicado en el corazón de Quechee Valley, en Vermont, el maestro artesano Mark Lackley diseña y fabrica muebles de categoría para clientes de todos los rincones de Estados Unidos. Ebanista apasionado, Mark mantiene viva la preciada tradición de la fabricación de muebles en Nueva Inglaterra.

En una época en la que se valora más la velocidad que la calidad y la personalidad, Mark Lackley se ha mantenido fiel a sus raíces: la autenticidad del producto y del proceso. Cree en las bellas artes para vivir y crea piezas únicas y extraordinarias utilizando métodos tradicionales del estado de las Montañas Verdes.

En efecto, Vermont es la adaptación al inglés del nombre que el explorador francés Samuel de Champlain dio a las Green Mountains en su mapa de 1647: “Verd Mont”, es decir, montaña verde. Con una superficie de solo 24.923 km2, este estado es conocido por su paisaje, por las hermosas vistas de sus colinas y valles y por su política liberal. Los habitantes de Vermont continúan guardando celosamente el derecho al librepensamiento. En otras palabras, Vermont es igual a naturaleza, bosques y granjas esparcidas por el paisaje verde en un entorno individualista y de pensamiento político independiente.

Diseñar muebles extraordinarios con materiales auténticos

Este entorno permite a Mark mantenerse fiel a su artesanía. Mientras que las empresas fabricantes de muebles de Estados Unidos han hecho la transición a líneas de producción automatizadas, produciendo y reproduciendo diseños de manera muy económica pero comprometiendo la resistencia y durabilidad de sus productos, él cree en la calidad genuina y en los materiales de origen local, que resisten el paso del tiempo y conservan siempre la funcionalidad del primer día.

 

Según Mark, la madera respira, desprende calor y es suave al tacto. Además, tiene un alma, que se encuentra en sus características innatas. Cada árbol es único, como si de una huella digital se tratara. Los muebles Lackley son igualmente únicos.

 

Las piezas de Mark son fruto de muchos años de experiencia y habilidad profesional y de su comprensión de las propiedades características de cada tipo de madera. Cuando se trata del nogal, el arce, el cerezo o el roble, Mark sabe cómo encontrar el equilibrio en las pequeñas imperfecciones de la madera para crear mesas armoniosas, escritorios extraordinarios y armarios de primera categoría.

 

Mark está siempre en su taller, el lugar que guarda el secreto para entender su éxito: su amor por trabajar con materiales auténticos y su pasión por un trabajo bien hecho. Estas dos calidades se han potenciado gracias a su talento, su creatividad y su compromiso con la innovación. Esto último es lo que le ha llevado a diseñar una mesa de póquer original con un sistema para servir las fichas automáticamente. El propósito era crear una preciosa mesa de cerezo que permitiera a los jugadores obtener fichas siempre que lo desearan.

Combinar talento, creatividad e Innovación

Con este objetivo en mente, concibió un sistema impulsado por un miniactuador escondido en una carcasa colocada en el interior de la mesa. El sistema solo necesitaba unos 40 Newtons de fuerza para 25 mm de recorrido. En palabras de Mark, “simplemente un actuador bien hecho, con un buen motor y que consumiera la menor cantidad de energía posible. Buscaba un actuador lineal que me permitiera sencillamente enchufarlo y ponerlo en marcha”El actuador RA-MINI de REGNER® es justo lo que necesitaba: una solución en miniatura extremadamente compacta y potente. Aquí es donde la tradición se encuentra con la tecnología de gama alta, y el RA-MINI cumple adecuadamente este papel. El resultado es una mesa de póquer excepcional para jugadores exigentes y de gustos refinados.

En el póquer, no todo vale. Es un juego de rituales, no solo por la preparación mental previa al juego, sino también, sobre todo, por cómo los jugadores se sientan alrededor de la mesa e intercambian miradas. Observar el lenguaje corporal del oponente ayuda a calcular el valor de sus cartas. Por lo tanto, una mesa de póquer hecha a mano, de líneas limpias, curvas elegantes y detalles sutiles es una parte esencial de este ritual sagrado. Mark Lackley trabajó hasta el más mínimo detalle para crear una mesa de juego que funcionara con precisión y que perdurara en el tiempo, hecha a mano en Vermont para convertirse en un tesoro de los que se transmiten durante generaciones.

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