
Marc Puig finaliza su programa de prácticas en REGNER®
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Marc Puig, alumno de ESO del IES Vidreres, tiene 16 años y una meta definida: estudiar mecatrónica para identificar y resolver problemas de ingeniería.
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Pese a su juventud, tiene muy claro que a través de la integración de la electrónica, la mecánica y la informática, junto con una visión humana y crítica, puede desarrollar soluciones tecnológicas más audaces para el mundo de hoy
Vivimos en un mundo globalizado donde la aceleración tecnológica es exponencial y está cambiando de manera radical nuestra forma de relacionarnos y competir.
En un informe publicado por el World Economic Forum se describen las habilidades y competencias que serán necesarias para garantizar la empleabilidad a partir del 2020 y las tres primeras que se citan son: la capacidad de resolver problemas complejos, el pensamiento crítico y la creatividad. Todo ello indica que estamos en un mundo altamente cambiante en el que es más importante lo que se puede desarrollar con estas competencias que el conocimiento en sí.
Para adaptarse a este nuevo paradigma, el sistema educativo ya está experimentando cambios importantes. La tecnología y la creatividad están llegando a los institutos para que los alumnos tengan sus primeras experiencias en espacios reales de trabajo. Así, los adolescentes de hoy, nativos digitales, viven su primera experiencia con el mundo laboral de una forma totalmente diferente, son más listos y están más estimulados. Aportan una dinámica nueva, otra forma de entender el diseño y la tecnología.
Marc Puig es uno de estos alumnos que ha podido llevar a cabo su programa de prácticas en REGNER®. Ha diseñado una mano robótica en la que intervienen miniactuadores para facilitar el movimiento en una aplicación de rehabilitación. Mediante la entrevista que se llevó a cabo en las instalaciones de REGNER® al término del programa, Marc nos hace partícipes de su entusiasmo y su ilusión por crear cosas:
¿Cómo llegaste al programa de prácticas en REGNER®?
El Instituto de Enseñanza Secundaria de Vidreres, que siempre se ha caracterizado por ser muy innovador, ofrece un programa de estancia en una empresa cuando acabas primero de bachillerato. Sólo hay 10 plazas disponibles y son para los alumnos que obtienen las mejores notas. Tuve la suerte de poder entrar. Escogí REGNER® porque quería saber cómo se llevaba a cabo en paralelo el desarrollo mecánico y eléctrico de un producto tecnológico.
¿Así que tienes muy claro a qué quieres dedicarte?
Todavía estoy investigando el tipo de carrera más adecuada pero sí tengo muy claro que me gustaría mezclar varias disciplinas y desarrollar soluciones mecatrónicas. Me gustaría quedarme en la Universidad de Girona, pero todavía dudo entre cursar Ingeniería Industrial o una doble titulación que me pueda dar una visión más transversal.
Durante estos días en REGNER®, has desarrollado una mano robótica con actuadores RA-MINI. ¿Estás satisfecho con el resultado?
He diseñado la mano robótica con el FUSION, un programa de diseño que ya conocía. En todo momento he tenido el soporte de mi tutor aquí en la empresa. Lluís Llenas me ha ayudado cuando me encallaba y así he podido realizar un esqueleto óptimo, ya que está bien articulado y es muy robusto. La verdad es que estoy muy contento con el resultado.
¿Habías desarrollado ya otros productos?
Como trabajo de investigación diseñé y fabriqué un prototipo de vehículo autónomo con carga autonivelable. Es un vehículo que se gestiona por radio control y se mueve por orugas, como un tanque. Su gran ventaja es que tiene una plataforma de carga que se puede autonivelar, lo que permite el transporte de cargas en terrenos con superficies inclinadas e irregulares. Esta idea surgió después de ver el lugar de trabajo de mi tío, en un gran almacén, y pensé que utilizando este vehículo podría trabajar mucho más rápido.
¿Cómo definirías esta primera experiencia laboral?
Desconocía por completo cómo es el día a día en una empresa. He tenido la oportunidad de comprobar cómo se trabaja en una empresa tecnológica como ésta, y cómo se gestiona. Levantarme pronto para estar aquí a las 7:00h no me ha supuesto un problema, pero reconozco que estar concentrado durante ocho horas seguidas en un proyecto desgasta. Por suerte, podía desconectar de mi proyecto fijándome en otros que se estaban desarrollando en el departamento o hablando con profesionales de otros departamentos. En general, estoy muy contento con esta experiencia. Sinceramente, creo que podría quedarme a trabajar aquí.

INVERTIR EN EDUCACIÓN ES INVERTIR EN COMPETITIVIDAD
El talento es y será un elemento clave de competitividad para el tejido empresarial de cualquier país. Una sociedad que invierte en la formación de los jóvenes está realizando la mejor de las inversiones para defender la competitividad presente y futura de su economía.
Los acuerdos de colaboración entre institutos y empresas tienen como objetivo que los estudiantes puedan tener un primer contacto con el mundo laboral durante su etapa formativa en secundaria. Estas estancias permiten al alumnado acercarse al ámbito empresarial y también a proyectos de investigación y desarrollo que les interesan.
De esta manera, el alumno cuenta con una orientación contrastada para tomar decisiones sobre su futuro académico y profesional, ya que las estancias le permiten:
- Tomar contacto con el mundo profesional y con su sistema de relaciones sociales y laborales.
- Adaptarse a las normas de funcionamiento y a las situaciones del centro de trabajo.
- Informarse para enfocar el propio proyecto académico y profesional.
- Iniciarse en la investigación y el desarrollo con el apoyo de profesionales.