
Pittsburgh, mucho más limpia gracias a Gecko Robotics
Si nos preguntan por las mejores urbes americanas para conseguir un puesto de trabajo atractivo automáticamente pensamos en Nueva York, San Francisco y Los Ángeles. No es raro, puesto que todas ellas ofrecen puestos de trabajo únicos y son ciudades impresionantes. Sin embargo, no encabezaron la lista de las mejores ciudades para trabajar en 2018.
Al contrario, según un informe de Glassdoor, las mejores ciudades americanas donde encontrar trabajo son metrópolis de tamaño medio, que ofrecen mayores alicientes que las ciudades más grandes. Así, teniendo en cuenta a la vez la facilidad para conseguir un puesto de trabajo, el grado de satisfacción de los empleados y el coste de la vida, el informe concluye que Pittsburgh es la ciudad estadounidense mejor valorada para trabajar, seguida de San Luis, Indianápolis, Cincinnati y Hartford.
Tal logro es el resultado de la capacidad de renovación de Pittsburgh desde el cierre de las fábricas de acero en la década de 1980. Así, con una apuesta fuerte por una economía basada en la tecnología, la robótica, la salud, la ingeniería, la educación y las finanzas, la segunda ciudad más grande de Pensilvania se ha convertido en una urbe sostenible con amplios espacios verdes, una buena red de transporte público y 68 instituciones de educación superior.


Lo cierto es que Pittsburgh ha rejuvenecido y está llena de energía y mucho más limpia, y ese cambio se ha producido en parte gracias a Gecko Robotics. Fundada en el año 2015, esta empresa tecnológica nació para dar respuesta a los problemas de mantenimiento que afectaban a la mayoría de plantas industriales. Esto es, dado que el mantenimiento se realizaba manualmente y debido al gran tamaño de las instalaciones, las inspecciones de calderas eran siempre parciales y no era posible llevar a cabo tareas de mantenimiento preventivo ni evitar fallos en las plantas.

Por su motor en línea y su diseño compacto, Gecko Robotics utiliza los actuadores lineales eléctricos RA38 para sus robots de inspección.
Con objeto de transformar todo el funcionamiento de esta actividad industrial, un grupo de estudiantes de ingeniería eléctrica del Grove City College desarrolló una tecnología robótica capaz de escanear las paredes de las calderas utilizando transductores de ultrasonido y una cámara visual de alta definición.
Los estudiantes patentaron dicha tecnología, que proporciona una adhesión magnética a la superficie y permite que los robots puedan trepar por las paredes de las calderas para inspeccionarlas, y fundaron Gecko Robotics. El nombre, claro está, hace referencia a las enormes similitudes entre los robots de inspección de esta empresa pensilvana y los gecos (en inglés, gecko), una especie de reptil muy veloz y con grandes aptitudes para la escalada, capaz de trepar por los árboles en todas direcciones y con un control absoluto del movimiento gracias a las almohadillas adhesivas de sus patas.
En las plantas industriales, las calderas sufren muchas formas de degradación. Los tubos de las paredes de agua pueden degradarse debido a daños por hidrógeno, picadura, erosión por cenizas o por sopladores de hollín, corrosión por depósitos y agrietamiento por fatiga térmica. La tecnología de Gecko Robotics permite prescindir de la figura del inspector al uso, que tenía que encaramarse a andamios de hasta 45 metros de altura para detectar este tipo de deterioro. Ahora, mediante las inspecciones ultrasónicas y visuales, los robots se encargan de detectar estos posibles daños, ahorrando tiempo y dinero a las industrias al tiempo que les proporcionan mayor seguridad.